No todo es Azul
Una obra de teatro que aborda el tema de la transexualidad, los prejuicios y la discriminación, tanto individuales como colectivos. El esfuerzo por defender nuestra identidad ante las presiones sociales y culturales.
En el despacho del Jefe de Estudios de un Instituto de Enseñanza Secundaria. Nico, joven adolescente, ha sido llamado por haber agredido a un compañero. A partir de ahí, somos testigos de su esfuerzo por defender su identidad, de la complejidad del ser humano, las contradicciones y la lucha interna a las que nos enfrentamos cada día.
Así comienza la sinopsis del programa de mano de la obra de teatro «No todo es Azul» escrita y dirigida por Enrique Sadornil.
Si bien en sus dos años de existencia ya han llevado a la escena piezas breves esta es la primera apuesta teatral de larga duración de la compañía de teatro burgalesa «Teatro Bajo la Arena», nombre recogido a su vez, por la carga simbólica que conlleva, de una de las obras teatrales de Federico García Lorca: «El público».
La dramaturgia está compuesta por cuatro personajes y tres intérpretes, dos de ellos en una lucha permanente, planteada en algunas ocasiones como un combate de boxeo y en otras como una partida de ajedrez, y otros dos interpretados por la misma actriz que, sin intervenir en el conflicto, rompen el tiempo y el espacio para obligarnos a reflexionar sobre lo que ahí está ocurriendo.
Sin grandes efectos ni artificios, este montaje pretende que el espectador ponga toda su atención en el texto y en la interpretación y, al mismo tiempo, expone de manera original, cómo nuestras relaciones y nuestros vínculos afectivos se ven afectados por las redes sociales y la comunicación digital.
La obra expresa con un lenguaje poético aplastante la eterna tragedia a la que se somete a quien consideramos diferente. Nico se presenta como alguien que trata desesperadamente de escapar de la imagen que el resto del mundo tiene de él y, a despecho de la sociedad, busca y sitúa su propia identidad. La obra en cierto modo, apela a no hacerse una imagen previa de las personas, a no dejarnos llevar por los prejuicios y estereotipos.
La enfermiza necesidad de decirles a nuestros semejantes cómo deben de caminar por las mismas veredas, ¿se debe quizás a la búsqueda de la seguridad de vivir entre «iguales»?, ¿al miedo a descubrir en nuestro interior el monstruo cobarde y ciego que irrumpe ante lo que no quiere comprender?
«Teatro Bajo la Arena» lo forman: Pilar Martínez, Marta G. Carabias, Basilio Villacorta, Silvia Ibeas y Enrique Sadornil.
La duración de la obra es de 75 minutos aproximadamente.