La orden de protección
Como medida cautelar diseñada especialmente para proteger a las víctimas de violencia, se observa que, conforme han ido pasando los años desde su instauración, el porcentaje de denegación va aumentando frente a las órdenes de protección acordadas, llegando a alcanzar de media en el último año el 43,39% de las que se solicitan. Esta cifra contrasta con las estadísticas de los primeros años en los que la cifra máxima de denegación alcanzó el 25% de media[i].