Para los príncipes/hombres proyectábamos el siguiente vídeo:
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Ni príncipes azules, ni rosas princesas es el título de unos de los cinco talleres que ha realizado el Ayuntamiento de Valladolid para los diversos centros educativos de la ciudad. En concreto, este ha sido ofrecido para secundaria. Previo al taller, como actividad se realizaba un sondeo que debía ser escrito por las personas participantes. En un trocito de papel, y no más de dos minutos como duración debían de escribir las características que pensaban que los medios de comunicación manejaban en torno a la idea de qué es ser princesa y qué es ser príncipe. Para las princesas, hacían una lista de características en torno a la belleza física, las ideas de príncipe iban en torno a fuerza y seguridad e incluso dinero. Está claro, que dan cuenta de la diferencia existente. A partir de ahí, surgía el debate e intercambios de opinión. Proyectábamos un vídeo sobre la evolución de las mujeres Dysney, desde las abnegadas Cenicienta, Blancanieves, Bella pasando por la lucha de una mujer en un mundo de hombres Mulán, hasta llegar a la luchadora Mérida de Brave. Ello nos sirvió de marco histórico para contextualizar cada modelo de princesa/mujere una época determinada. Para los príncipes/hombres proyectábamos el siguiente vídeo: En primer lugar nos sitúa la crítica hacia los medios de comunicación cómo organizan y estructuran las imágenes que se vuelven modelos de conducta de niños y niñas. El imitar a sus héroes y sus princesas conlleva unas consecuencias. Les preguntábamos que pasaría si los hombres eligieran otro tipo de modelos que no fuesen tan competitivos y violentos, la pregunta quue viene en la parte final del vídeo, la gran respuesta fue que esos hombres serían "maricones". Es pues cómo identifican lo femenino y lo masculino con modelos rígidos e inflexibles que no se corresponden con la versatilidad del ser humano, las personas somos débiles o fuertes, cariñosas o serias, no en función de un sexo sino de un heterosistema estructurado, el género es lo cultural y va cambiando en función de las épocas, cualquier categoría homofóbica se corresponde al orden de este mismo sistema. Un sistema que limita la libertad de sentirnos libres sin juicios morales internos. En sucesivos post seguiremos trabajando esta idea puesto que fue uno de los pilares de casi todos los talleres.
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Febrero 2017
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